TONI.

No comment yet

      Aún cierro los párpados y me aborda una vida pasada alumbrada por focos artificiales, cuando yo sólo quería la luz y el calor del sol. No soy como vosotros, y a la vez puedo sentir alegría, miedo, tristeza y soledad, como vosotros. No es tanto lo que nos difiere, es estrecha la línea que nos separa; peligrosas las fronteras de la humanidad.

    He sentido la libertad en las maravillosas selvas de Guinea, siendo sólo una cría. He sufrido el acoso de cuerdas y brazos sin pelo; de barrotes de acero. Aún puedo oír sus gritos de socorro y puedo percibir el sabor metálico de su sangre. Aquellos monstruos me arrancaron de los brazos de mi madre, para luego hacerme a su imagen y semejanza; obligándome a actuar como ellos, para ellos.

    He sido más famoso de lo que muchos seréis en vuestra larga vida. Mi imagen enriqueció al padre adoptivo que me fue asignado hasta que cumplió mi fecha de caducidad mediática y me vi hacinado en una jaula. Mis raíces ahondaban en lo más profundo de la selva, mientras mis huesos se deformaban en la oscuridad del remolque de un camión. Aún me pregunto de qué crimen fuimos culpables, mis camaradas y yo, para vernos marchitar en aquel calabozo móvil.

    Fui hijo, hermano y padre. Fui libre; fui preso. Tuve miedo. Sentí la soledad. Abracé la desesperanza durante años, hasta que otros brazos lampiños se tendieron hacia nosotros para concedernos una vida digna en semi libertad.


    He sobrevivido y puedo contarlo; debo contarlo.


    Soy Toni. Soy un chimpancé. Ésta es mi historia.





Publicar un comentario